En
educación preescolar es muy importante que las educadoras brindemos a los niños
espacios de comunicación no solamente con nosotros como docentes sino también
entre pares, ya que el habla y la escucha son el mayor medio de transmisión de
conocimientos, y es a partir de este que los alumnos podrán expresar sus
inquietudes, sentimientos, creencias, conocimientos, etc. y si las docentes nos
damos a la tarea de analizar esas intervenciones de los alumnos podremos tener
no solo un referente de lo que el niño vive sino también puede llegar a ser una
forma de evaluar los conocimientos e incluso de detectar problemáticas
relacionadas con cuestiones lingüísticas, emocionales o conductuales.
Sin embargo para que
el niño logre establecer una comunicación verdaderamente efectiva, es decir
aquella que sea sincera, que proporcione información y que sea sobre todo
significativa para los niños, es necesario que la educadora brinde a cada
aportación de los mismo un tiempo, algún análisis, le de importancia y lo tome
como un logro o algo que suma a las aportaciones, ya que con estas simples
acciones de darle valor a las diversas contribuciones, podemos lograr que los
alumnos confíen en sus participaciones, se sientan importantes dentro del grupo
e incluso se llegue a crear un lazo de confianza y reciprocidad.
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